La ermita, el cruceiro, así como, multitud de elementos ornamentales fueron seleccionados y trasladados de diferentes ubicaciones de España, siendo Galicia y la provincia de Soria los principales exponentes de las obras que en ella conviven.
En el año 2019, tras años de abandono y olvido, una pareja de enamorados decidió revivir el proyecto e invertir en su rehabilitación, dándole una nueva vida al espacio para convertir en realidad los sueños propios y los de sus clientes.
La combinación de la historia, naturaleza, cariño y cuidado brota por todos los rincones de la finca, convirtiéndolo en un lugar especial y único.